Cambia tu caldera estanca por una de condensación
Cambiar una caldera estanca por una de condensación: ventajas y características
Las calderas de condensación son una de las últimas novedades en el sector de la calefacción. Se trata de un tipo de caldera que aprovecha el calor residual de los gases de combustión para generar más calor, lo que supone un ahorro de energía y de emisiones contaminantes.
Las calderas de condensación son una inversión a largo plazo que puede amortizarse en pocos años gracias al ahorro energético que ofrecen. Además de las ayudas recurrentes tanto de la Comunidad de Madrid como otras comunidades dentro de los planes Renove.
Diferencias entre calderas estancas y de condensación
Las calderas estancas son el tipo de caldera más común en España. En este tipo de calderas, los gases de combustión son expulsados directamente a la atmósfera, sin que se aproveche su calor residual.
Las calderas de condensación, por su parte, cuentan con un intercambiador de calor que recupera el calor de los gases de combustión antes de que sean expulsados a la atmósfera. Esto supone un ahorro de energía y de emisiones contaminantes.
Las principales diferencias entre calderas estancas y de condensación son las siguientes:
- Funcionamiento: Las calderas estancas y de condensación funcionan de forma diferente. En las calderas estancas, los gases de combustión se expulsan directamente a la atmósfera, sin que se aproveche su calor residual. En las calderas de condensación, por su parte, los gases de combustión se enfrían y se condensan, lo que permite recuperar el calor residual y utilizarlo para generar más calor.
- Eficiencia: Las calderas de condensación son más eficientes que las calderas estancas. Esto significa que producen más calor con menos energía. Las calderas de condensación pueden alcanzar un rendimiento de hasta el 109%, mientras que las calderas estancas tienen un rendimiento de entre el 90% y el 95%.
- Emisiones contaminantes: Las calderas de condensación reducen las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Esto contribuye a la mejora de la calidad del aire. Las calderas de condensación reducen las emisiones de dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO).
- Precio: Las calderas de condensación son más caras que las calderas estancas. Sin embargo, el ahorro energético que ofrecen puede amortizar el coste de la caldera en pocos años.
Además de estas diferencias, las calderas de condensación también tienen un intercambiador de calor que recupera el calor de los gases de combustión. Este intercambiador de calor está formado por dos tubos, uno de agua y otro de gases, que están en contacto entre sí.
Cuando los gases de combustión se enfrían, el vapor de agua se condensa y se produce calor. Este calor se transfiere al agua del tubo de agua, que se calienta y se utiliza para generar calor.
Las calderas de condensación son una opción más eficiente y ecológica que las calderas estancas. Si estás pensando en cambiar tu caldera, las calderas de condensación son una buena opción a considerar.
Ventajas de las calderas de condensación
Una caldera de condensación ofrecen una serie de ventajas más que notables respecto a una caldera estanca, entre las que destacan:
- Ahorro de energía: Las calderas de condensación pueden ahorrar hasta un 30% de energía, lo que se traduce en un menor gasto en la factura de la calefacción.
- Reducción de emisiones contaminantes: Las calderas de condensación reducen las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, contribuyendo a la mejora de la calidad del aire.
- Mayor eficiencia: Las calderas de condensación son más eficientes que las calderas estancas, lo que significa que producen más calor con menos energía.
- Mayor vida útil: Las calderas de condensación suelen tener una vida útil más larga que las calderas estancas.
Características de las calderas de condensación
Las calderas de condensación tienen una serie de características que las diferencian de las calderas estancas, entre las que destacan:
- Incorporan un intercambiador de calor que recupera el calor de los gases de combustión.
- Son más eficientes que las calderas estancas.
- Reducen las emisiones contaminantes a la atmósfera.
- Suelen tener una vida útil más larga que las calderas estancas.
Además de las ventajas mencionadas anteriormente, las calderas de condensación también ofrecen otras ventajas, como:
- Un funcionamiento más silencioso: Las calderas de condensación son más silenciosas que las calderas estancas, lo que puede ser una ventaja para los usuarios que viven en zonas urbanas o que tienen una caldera cerca de su dormitorio.
- Un mayor control de la temperatura: Las calderas de condensación permiten un mayor control de la temperatura, lo que puede ayudar a ahorrar energía.
- Una mayor seguridad: Las calderas de condensación tienen un sistema de seguridad más avanzado que las calderas estancas, lo que reduce el riesgo de accidentes.
¿Cuándo es recomendable cambiar una caldera estanca por una de condensación?
Si tu caldera estanca tiene más de 15 años, es el momento perfecto para cambiar tu caldera estanca por una de condensación. Las calderas de condensación son más eficientes y ecológicas, y pueden ahorrarte dinero en la factura de la calefacción.
Si tu caldera estanca es más nueva, también puedes plantearte cambiarla por una de condensación, pero en este caso deberás valorar el ahorro económico que puedes obtener; sin embargo, como ya hemos mencionado, son habituales los Planes Renove de las diferentes Comunidades Autónomas por lo que cambiar la caldera con una ayuda económica es cada vez más fácil.