Termos eléctricos: todo lo que debes saber
Los termos eléctricos son depósitos de agua que se calientan por medio de una resistencia eléctrica situada en el interior del depósito y la almacena en su interior a una temperatura de unos 60 grados centígrados. Cuando el agua ha cogido esta temperatura, la resistencia se apaga y el agua permanece así hasta que existe una demanda por parte del usuario.
Existen multitud de modelos de diferentes capacidades y su uso es muy sencillo, tan sólo hay que conectarlo a la red de agua sanitaria y enchufarlo a la corriente con toma de tierra.
Ventajas:
- No precisa de una instalación de gas, por lo que son más seguros y nos evitamos las comprobaciones de seguridad.
- Su temperatura es constante
- Pueden instalarse en casi cualquier lugar gracias a que dispones de calentadores horizontales y verticales
- Funciona con cualquier caudal, evitando los problemas de presión.
Inconvenientes:
- Su alto consumo eléctrico, ya que el precio de la electricidad es superior al del gas natural o butano.
Para paliar este problema, los fabricantes han añadido algunas prestaciones que contribuyen a ahorrar energía y reducir el consumo:
-Programables: Podemos activarlos solo cuando vayamos a necesitar el agua caliente y mantener la resistencia apagada durante el resto del día, lo que significa un ahorro energético de hasta el 20%.
-Aislamiento térmico: Dispone de un aislamiento térmico entre la carcasa y el tanque para reducir las fugas de calor entre el exterior y el interior. lo que ofrece una reducción de hasta un 40% en el consumo energético.
-Cuentan con función Eco: Automáticamente selecciona la temperatura ideal ofreciendo un menor consumo.
Con la nueva regulación ErP, los termos deben obligatoriamente incluir a partir de septiembre de 2017, la clase de eficiencia A y G y los niveles de ruido.
SU CAPACIDAD
Existen multitud de termos eléctricos diseñados para cubrir todas las expectativas, los hay desde los 13 litros hasta los que llegan a más de 300 litros.
Para saber cuál necesitas, deberás tener en cuenta varios factores, cuántas personas viven en el hogar, los hábitos de consumo y la distribución del mismo.
El consumo medio de agua caliente por persona es de entre 30-45 litros, Para una ducha unos 25-30 litros, y si en lugar de ducha se llena la bañera, unos 40-45 litros.
SU RESISTENCIA
Hay dos tipos de resistencia, resistencia blindada o cerámica envainada. Dependiendo de la dureza del agua, deberás elegir una u otra.
La resistencia blindada se recomienda para tipos de aguas blandas, ya que esta se encuentra sumergida en el agua. Calienta el agua mucho más rápido al tener una transmisión directa, pero son más vulnerables al desgaste de la cal y será necesario sustituirla.
La resistencia cerámica envainada está recomendada para aguas duras ya que no está en contacto directo con el agua. La única desventaja es que, evidentemente, tarda más en calentar el agua.
Para aguas duras, el termo eléctrico debe tener ánodo de magnesio para alargar la vida de la cuba.
Esta pieza es una varilla recubierta de magnesio que atrae la cal para evitar el desgaste y la corrosión de la cuba.
Es recomendable llamar a un profesional para que revise y sustituya esta pieza anualmente ya que, de no hacerlo, muchas marcas no garantizan el correcto funcionamiento del termo eléctrico.
Existen también termos eléctricos con el ánodo de titanio, que no precisan mantenimiento por lo que a la larga pueden salir económicos.
La potencia de la resistencia también hay que tenerla en cuenta: cuanto mayor sea, menos tiempo necesitará para calentar el agua del termo.